En el centro histórico de Orihuela se encuentra el Palacio de Rubalcava. Tras su fachada discreta se conservan espacios con artesonados, molduras y decoración neobarroca propios de principios del siglo XX, cuando pertenecía a los marqueses de Rubalcava.
Durante años el edificio permaneció cerrado y deteriorado, hasta que una rehabilitación integral promovida por el Ayuntamiento de Orihuela marcó su recuperación. La iluminación formó parte clave del proyecto y ha sido reconocida en los Premios Saltoki Iluminación, donde fue seleccionada como la mejor intervención entre más de 70 obras.
Iluminar un edificio histórico supone hacerlo visible sin alterar su esencia. En Rubalcava, el objetivo fue respetar los materiales originales —madera, yeserías y piedra— y evitar cualquier impacto visual.
Para ello se utilizaron luminarias discretas, integradas en cornisas y elementos arquitectónicos, de manera que la luz se percibe sin ver la fuente. Se seleccionaron ópticas precisas y haces de luz controlados para iluminar únicamente los elementos relevantes y evitar reflejos o luz innecesaria.
La iluminación cálida (2300–3000 K) mantiene la atmósfera del palacio y el sistema de control permite regular los niveles según el uso del espacio. Además, se trabajó con potencias reducidas para proteger los materiales más sensibles.
Ejemplo de ello es la iluminación de los escudos de piedra mediante proyectores de haz elíptico orientados con precisión. En los salones, perfiles LED empotrados y proyectores con CRI > 90 garantizan una reproducción fiel de los colores y acabados.
La luz no modifica la arquitectura: la acompaña y la hace visible.
Un palacio preparado para nuevos usos
El sistema de control permite adaptar la iluminación a conferencias, exposiciones o eventos. Las luminarias LED y la regulación inteligente reducen el consumo energético más de un 60 % y disminuyen el mantenimiento.
La luz como herramienta de puesta en valor
El proyecto:
• Recupera un edificio que llevaba años sin uso.
• Destaca su valor dentro del patrimonio de Orihuela.
• Permite que vuelva a acoger actividad cultural.
La tecnología se ha aplicado con un criterio claro: intervenir sin alterar el carácter del palacio.
Un reconocimiento al trabajo realizado
La iluminación del Palacio de Rubalcava se ha convertido en un ejemplo de intervención en patrimonio, premiada por su precisión técnica, respeto arquitectónico y aportación cultural.
La luz no solo ilumina el edificio: lo hace volver a ser útil.
